Este artículo es el segundo mandamiento del libro «Agile Product Management» dirigido a Product Managers y Product Owners. Descárgalo en este enlace.
Un roadmap, también llamado hoja de ruta, representa el camino que tú y tu equipo debéis seguir para llevar tu producto desde el estado en que se encuentra hasta tu visión de producto. Está compuesta por una lista de hitos de producto priorizados y asociados a fechas de lanzamiento (que pueden ser más o menos precisas; lo abordaremos más adelante).
Tanto si estás comenzando con un nuevo producto como si estás trabajando en el enésimo lanzamiento, necesitas un roadmap para planificar el desarrollo continuo de tu producto y dividir tu visión de producto en lanzamientos alcanzables. Ten en cuenta que la hoja de ruta es un documento operacional que debería contener información como la complejidad de cada lanzamiento o hito de producto y el tiempo que estimas que te llevará construirlo.
También debería incluir información sobre posibles riesgos y dependencias que puedas tener (tanto de otras partes de tu empresa como de factores externos). Un roadmap no es lo mismo que una lista de features deseadas; se trata más bien de una ruta informativa que puedes seguir para llevar tu producto hasta el lugar donde quieres que esté.
Te recomendamos que para una hoja de ruta de alto nivel utilices el formato «orientado a objetivos», creado por Roman Pichler y muy popular. Tienes que cubrir los siguientes campos para cada lanzamiento:
No te preocupes si tienes que añadir una fila más para identificar riesgos o dependencias; estas no están incluidas en la versión de roadmap de Roman Pichler. Además, a parte de añadir las métricas claves que quieres seguir de cerca, también puedes añadir a la fila de métricas los valores o umbrales que estás tratando de alcanzar con cada lanzamiento.
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Hay muchas formas de crear un roadmap. En esta sección vamos a explicar dos métodos muy conocidos: el mapa de historias y el mapa de impacto.
Ambos métodos te ayudarán a comenzar un roadmap, y combinándolos deberías poder construir los productos adecuados, y construirlos bien (¡que no se te olvide nuestro mantra!).
El objetivo principal de un mapa de impacto es ayudarte a traducir tus objetivos organizativos en features. Si tu objetivo es hacerte con el 50 % de tu mercado durante el primer año, una de las features correspondientes podría ser construir un sistema de recomendaciones dentro de tu producto.
Tus objetivos: ¿por qué quieres construir o mejorar tu producto? Por lo general, deberás contar con una lista de KPI (indicadores clave de rendimiento) definidos en tu Lean Canvas. Para definir tus objetivos, asigna un valor fijo que quieras alcanzar a cada KPI que hayas decidido medir. La idea es establecer objetivos medibles que te permitan evaluar con facilidad el éxito de tu producto. Un ejemplo sería alcanzar 100 000 usuarios activos mensuales, lo que se basará en un KPI de usuarios activos mensuales, como se seleccionó en el Lean Canvas.
Los participantes: ¿quién va a influir en estos objetivos? ¿Quién es tu audiencia? Un mapa de impacto te ayudará a identificar dos tipos de participantes: aquellos que tendrán un efecto indirecto en tus objetivos (como anunciantes y proveedores) y tus usuarios finales.
Tu impacto: ¿cómo quieres cambiar el comportamiento de tus participantes para poder alcanzar tu objetivo? Este es uno de los pasos más complicados, porque no solamente necesitas tener una idea muy clara del uso actual de tu producto, sino que también tienes que imaginar cómo te gustaría cambiar tu producto para influir en el comportamiento de tus usuarios y alcanzar tu objetivo.
Las features: ¿qué necesitas hacer o construir para cambiar el comportamiento de tus usuarios? Aquí es donde definirás las features. Las features tienen que describirse según el recorrido del usuario, así que no hace falta entrar en pormenores sobre cómo tienen que diseñarse.
A continuación encontrarás un ejemplo de mapa de impacto para una web de comercio electrónico que está pensando en desarrollar nuevas features para aumentar sus ventas totales a 2000 ventas diarias más.
A modo de ejemplo, continuemos y expliquemos la rama más alta del diagrama.
Aquí, el comprador cauto contribuye al objetivo de 2000 ventas más al día adoptando un nuevo comportamiento: cazar gangas.
Este comportamiento surge gracias a dos nuevas features: promociones y paquetes de productos. Esto demuestra la manera en la que el enfoque del mapa de impacto puede ayudarnos a visualizar cómo los objetivos se relacionan con los participantes y las features. Ten en cuenta que este ejemplo se centra en un solo objetivo, y que es posible que necesitemos varios mapas de impacto para abarcar todo lo que supone tu producto.
Los mapas de impacto no son un paso necesario para todos los productos y empresas. Puede utilizarse para la totalidad de tu producto, una parte concreta de él o incluso para nada si crees que tu empresa es lo suficientemente madura como para empezar a asignar features al recorrido del usuario directamente.
Sin embargo, este ejercicio puede ofrecer una visión muy útil para los equipos que están acostumbrados a trabajar con objetivos de negocio y tienen dificultades para visualizar cómo estos se pueden traducir en features y qué pasos intermedios hace falta dar.
El mapa de historias es una visualización muy importante del roadmap de tu producto, que actualizarás y a la que acudirás frecuentemente durante su creación.
Puede que sea una herramienta importante para el Product Manager, pero siempre aconsejamos crear primero el mapa de historias en equipo. Normalmente, recomendamos organizar un grupo de trabajo de entre dos horas y medio día de duración.
Es buena idea que para este grupo de trabajo invites a colegas de los equipos técnicos, de marketing, diseño y negocios. En primer lugar, esto te permitirá entender los retos a los que te enfrentarás desde muchas perspectivas diferentes. También tiene la ventaja de involucrar a compañeros de toda la empresa, lo que significa que siempre podrás contar con un miembro del equipo especializado para ayudarte con cualquier reto que te encuentres a lo largo del camino.
Arranca tu grupo de trabajo presentando todo el trabajo que has hecho hasta el momento. Presenta tus personas, tu visión de producto y tus objetivos.
Normalmente, nosotros pegamos post-its en una pared o pizarra para visualizar y construir el mapa de historias. Empieza colocando tus personas en la parte de arriba del espacio que hayas dispuesto para tu mapa de historias.
Si retomamos el ejemplo del comercio electrónico, colocaríamos los tres personas que identificamos en la parte de arriba: nuestro comprador cauto, nuestro seguidor fiel de la marca y nuestro empleado (dejemos a un lado por ahora a los anunciantes).
Cada uno de estos personas utiliza el sitio web de comercio electrónico de forma diferente y sigue un recorrido diferente. El primer paso para construir tu mapa de historias es pensar en el recorrido del usuario de cada perfil, y colocar estos recorridos debajo de cada perfil.
Después tienes que añadir features. Cada paso del recorrido del usuario necesitará una lista de features para existir.
Llegados a este punto del mapa de historias, hay que intentar ser receptivo y creativo. Ya habrá tiempo más adelante para priorizar o eliminar features que no consideres que son críticas para la misión, o que puedan ser directamente inútiles.
Una vez que hayas dispuesto tus personas, recorridos de usuario y todas las features necesarias para habilitar estos recorridos, necesitas priorizar tus features en lanzamientos.
Un lanzamiento debería ser un grupo coherente de features que habiliten un recorrido del usuario en particular o una experiencia de principio a fin.
Por ejemplo, no tiene sentido incluir la página de configuración del usuario en tu primer lanzamiento si la feature de registro de usuarios está programada para el segundo lanzamiento.
Cada uno de estos lanzamientos deberá corresponderse con un objetivo específico de usuario; en el siguiente ejemplo, el objetivo es querer que se compren bienes durante eventos promocionales y rebajas (Lanzamiento 1).
Aquí tenemos un ejemplo de un posible mapa de historias para el caso del sitio web de comercio electrónico utilizado antes:
Ahora que has completado tus mapas de historias e impacto, podemos utilizarlos para rellenar tu roadmap orientado a objetivos, que se convertirá en tu referencia principal a lo largo de la vida de tu producto.
Cada lanzamiento debería corresponderse con uno o varios de los lanzamientos planeados en tu mapa de historias. Los contenidos de los primeros lanzamientos seguramente estén muy claros para ti; sin embargo, es perfectamente normal que lanzamientos posteriores contengan menos información.
Es útil tener por lo menos un objetivo en mente, pero no importa tanto tener una lista definitiva de features, ya que estas seguramente evolucionarán a medida que se sucedan los primeros lanzamientos. De nuevo siguiendo el mismo ejemplo, esta sería nuestro roadmap orientada a objetivos:
Asignar fechas a los lanzamientos puede ser complicado, tanto como para dedicarle un mandamiento entero a este tema. Sin embargo, con el enfoque del desarrollo ágil, el Product Manager o Product Owner debe comprender bien dos cosas antes de estimar cualquier fecha de lanzamiento.
Al igual que tu futuro producto, tu roadmap requiere mantenimiento. Si has ajustado tus objetivos o, simplemente, has aprendido más sobre tu mercado gracias a las métricas y KPI que has puesto en marcha, necesitarás ajustar tu roadmap.
Asegúrate de comprobar y actualizar con regularidad tus mapas de historias e impacto, ya que te ayudarán a guiar la evolución de tu hoja de ruta y asegurarte así de trabajar siempre de la mejor forma para tu producto y tus usuarios.
Para saber más: descarga el libro Agile Product Management
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